Día tras día... soportando golpes y aún así... sigo aquí. Aguantando, callándome las ganas de dejarlo todo y salir corriendo.
Y, no bromeo, las ganas de alejarme aumentan por momentos. Nada me ata, los finos hilos que luchaban por mantenerme aquí han sido cortados. Queda el último, uno que durará año y medio más. Sólo año y medio.
El tiempo va a parecerme infinito, pero es el precio a pagar por que todo cambie, por mandar TODO, absolutamente todo al infierno.
Me siento tan impotente. Las ganas de llorar son notorias, el dolor palpable... y este maldito nudo en la garganta que me impide hablar y dificulta la respiración...
Sé que quiero irme. ¿Dónde? Donde sea, no me importa el destino, lo único que goza de importancia para mí es el inicio de este viaje, que espero llegue tan pronto como deseo.
Se acabó el amargarme, se acabó el terminar llorando a oscuras en la cama.
Voy a vivir mi vida, y no la que vosotros queréis que viva.
-S-
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