lunes, 19 de septiembre de 2011

Empecemos.

No sé por qué me ilusiono a lo tonto... como siempre...


Si acabo llevándome las hostias, una detrás de otra...


Y estoy cansada ya de las noches de insomnio y almohada empapada. Cansada de esconder mi tembloroso cuerpo entre las sábanas para evitar que me vean así.


Pero... quizá no tenga el valor suficiente como para rozar mi piel con el frío acero... o quizá encuentre el valor para secarme las lágrimas y seguir... de nuevo sola...


Y así, me levanto de nuevo, con las alas arrancadas dispuesta a caminar. Caminar hacia dónde el viento y el destino decidan. Caminar todo lo lejos de los recuerdos dolorosos que inundan mi mente para dejarla hecha trizas. 


Caminar sola...




o contigo de la mano.


-S-

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