¿Sabes? Antes de todo esto, no lo tenía claro. Y ahora sé que es lo mejor que pude hacer.
No estaba segura porque quizá he sufrido demasiado, nunca me he sentido querida, como mucho, he sido deseada. He sido un objeto en manos de algunos, una simple muñeca con la que jugar y divertirse un rato pero de la que se acababan cansando y terminaban tirándola a la basura.
Y ahora... ahora por fin siento que alguien se preocupa por mí. Me siento protegida cuando me abraza e increíblemente feliz cuando me mira.
Siento que me desea, pero sobre todo, me quiere. Más allá del placer. Más allá del mero hecho de romper la rutina y la soledad.
Me quiere de verdad.
Por eso, no entiendo cuando le entra el miedo, miedo a que me canse, a que no quiera seguir con él.
Ahora te pregunto: ¿De verdad crees que puedo cansarme de sentirme así?
Te amo.
-S-
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