lunes, 18 de noviembre de 2013

Venga, va.

¿Hacia dónde caminamos? ¿Qué guía nuestros pasos? ¿Qué nos hace decidir?

No sé hacia dónde estoy llevando mi vida: ni qué hago, ni qué quiero hacer.
Algo no funciona, una puta pieza del engranaje se habrá salido de su sitio o quizá, cansada de llevar tanto peso, haya decidido pararse.
Y, ¿qué hago yo? Parada en mitad de la nada. Sin saber si avanzar, sentarme o retroceder.
Quizá estoy esperando que llegue alguien, me de la mano y me lleve. Me da igual el destino y hasta el camino. Me vale con saber que alguien me acompaña, que a pesar de todo lo que me encuentre va a seguir ayudándome a caminar.

Y yo qué sé si lo he encontrado o si se esconde o si no existe o si ya pasó de largo, si me tocará hacer el camino sola o decidiré sentarme a esperar que aparezca o simplemente que la vida sea la que me empuje hacia el barranco.

Simplemente, seguiré.

martes, 30 de julio de 2013

Diana.

Parece mentira que no haya sido capaz de escribir nada en tu nombre, pequeña, quizá no me vea capaz de terminar sin llorar...
Ya son 23 días sin ti y todavía brotan las lágrimas cuando lo pienso.
Cuando salgo a la calle y por más que llame no vas a aparecer más, no va a haber más lametones y empujones, mas ladridos cuando te hacía de rabiar y jamás volveré a ver tu cara preocupada buscando mi sonrisa...
Aún se me escapa tu nombre, aún te busco en cada perro que veo. Nos quedaba tanto por pasar...
Tan poco tiempo contigo y tanto te quería. Tantos recuerdos...
No fui capaz de pasearte, por el miedo que tú tenías y la pena que me daba atarte, pero todo lo que conseguí enseñarte... esos besos desprevenidos incluso sin pedírtelos, esas carreras jugando... todavía te veo correteando de arriba a abajo buscando que jugase contigo porque por muy cansada que estuviese, siempre sacaba fuerzas para acariciarte, jugar o incluso abrazarte como si no hubiese mañana... y finalmente no lo ha habido... tan prematuro... tan injusto... y llegado el momento, ni siquiera fui capaz de despedirte como merecías porque ni tú querías que yo te viese así ni yo podía verte.
Tanto te echo de menos...
Jamás habrá otra como tú, pequeña mía.



miércoles, 10 de julio de 2013

Fin.

Todo acabó... y no puedo hacer nada por remediarlo, es como el globo que se escapa de tus manos arrastrado por la corriente de aire y por más que luches, no consigues atraparlo...

Así de impotente me siento, viendo como se escapa mi vida entre mis dedos sin poder cerrar la mano para agarrarla...

Sólo quiero dormir y no levantarme o levantarme y saber que todo ha sido una horrible pesadilla y que volverás a mi lado.

No va a pasar, es absurdo que luche por ti si tú te niegas. Si te niegas a creerme a luchar por lo que un día nos unió y que ojalá nos siguiese uniendo...

En fin, supongo que todo ha terminado y que debo empezar a asumir que estos dos años no tendrán continuación alguna. Me va a costar tanto... tantos recuerdos, momentos, sonrisas... pff tantísimas cosas que jamás olvidaré y que jamás podré repetir...

Te quiero y siempre te querré mi vida. Sergio Fernández Cantero. Lo has sido todo para mí y lo seguirás siendo durante mucho tiempo.

Y ojalá algún día te des cuenta de que yo jamás sería capaz de algo así, de poner en peligro algo como lo nuestro, y vuelvas a mi lado, porque yo estaré esperando ese momento.

lunes, 3 de junio de 2013

Hoy vuelvo a llorar... qué novedad eh?... ya es rutina en mi vida...

Me estoy muriendo por dentro... cada segundo que pasa es más doloroso, si cabe, que el anterior...

Te estoy cansando. El miedo de mi vida se está haciendo realidad.
Te cansarás... te irás... me dejarás. Sola y rota como al principio.

Y todo por qué? De quién es la culpa? Mía tal vez? Suya? Nuestra?

No lo sé...

Pero qué hago si no se vivir ni un segundo sin ti pero tú estás cansado de vivirlos conmigo?
Irme? Esa es la solución? Irme lejos para que me eches de menos, porque quedándome aquí no sé estar separada de ti. No sé planear mi día a día sin ti, sin contar contigo... pero tú te cansas... y no me echas de menos como antes...

Qué hago si sólo se quedarme quieta viendo como mi mundo se derrumba con cada lágrima que cae...

Me pides cambios. Los hago pero pareces no verlos y sigo esforzándome en ello día tras día, pero yo no veo cambios por tu parte tampoco y...


yo también me canso.

domingo, 24 de febrero de 2013

Echaba de menos esto.

¿Por qué motivo lo dejé? ¿Por qué abandoné una parte tan importante para mí como es este blog, este pedacito de mi alma?

Quizá sólo sean palabras, vuelan como locas en mi cabeza sin dejarse atrapar y cuando lo hacen, simplemente se diluyen... una y otra vez...

No sé... ¿qué pasa? ¿por qué ahora? El tiempo.
Ese corrosivo que escapa ante nosotros sin ningún tipo de remordimiento. ¿Cómo atraparlo? ¿Cómo lograr que vuelva a mí el tiempo perdido? Fotos, recuerdos, historias...
La vida no son fotos, son momentos, momentos en los que sentiste. 
Odio, ira, rabia, alegría, tristeza, cariño, amor, dolor, calor, frío... tantísimas cosas que sentir, que experimentar en tan poco tiempo...
Fugaz... salvaje...

Se nos escapa la vida ante nosotros y no hacemos nada... la dejamos pasar... pasan los segundos, los minutos, las horas y los días... y al cabo del tiempo, los años... los siglos y, ¿qué seremos entonces? Nada.

¿Recuerdos? ¿De quién? ¿Acaso lograste algo para ser recordado?

Hazlo.

Es tu momento y el mío, el de cada uno de nosotros.

¿A qué esperas? Fracasa, cae y levanta. Y repite cuantas veces necesites hasta alcanzar el recuerdo, aquello que te haga sentir vivo.

Ahora.

No dejes que la vida se escurra entre tus manos.

Vuela, al igual que hace el tiempo, el aire y la memoria.

Sé.

Quien de verdad quieras ser y no dejes que nada ni nadie te impida elevarte y conseguirlo.

Triunfa.

Radioactive

All systems go
Sun hasn’t died
Deep in my bones
Straight from inside

Llorar.

Aunque lo haga demasiado últimamente.


Hoy son de ARREPENTIMIENTO.
Hoy son de IMPOTENCIA.
Hoy son de DOLOR.

-S-

sábado, 9 de febrero de 2013

Donde los árboles cantan

"-Me refiero al amor -susurró en voz baja-. Cuando amas a alguien, sientes algo aquí -añadió, colocando su mano sobre el corazón de Uri-. Tan fuerte que parece que no puedes respirar. Tan intenso que deseas estar siempre con esa persona y no separarte de ella nunca más."