No sé hacia dónde estoy llevando mi vida: ni qué hago, ni qué quiero hacer.
Algo no funciona, una puta pieza del engranaje se habrá salido de su sitio o quizá, cansada de llevar tanto peso, haya decidido pararse.
Y, ¿qué hago yo? Parada en mitad de la nada. Sin saber si avanzar, sentarme o retroceder.
Quizá estoy esperando que llegue alguien, me de la mano y me lleve. Me da igual el destino y hasta el camino. Me vale con saber que alguien me acompaña, que a pesar de todo lo que me encuentre va a seguir ayudándome a caminar.
Y yo qué sé si lo he encontrado o si se esconde o si no existe o si ya pasó de largo, si me tocará hacer el camino sola o decidiré sentarme a esperar que aparezca o simplemente que la vida sea la que me empuje hacia el barranco.
Simplemente, seguiré.