Sé que tienes miedo, lo noto en tu forma de hablar...
Lo que no entiendo es de qué.
No me voy a cansar de decírtelo, lo que pasó, pasado está.
Te dije que no quería que nadie cambiase y has sido tú el que me rechaza por segunda vez...
Y no te entiendo... definitivamente... no te entiendo. Creo que voy a pasar mi vida sin llegar a entender lo que haces.
He dado mi brazo a torcer. He pegado cada trozo de mi corazón. Y me ha quedado valor para volver a extender mi mano hacia ti y lo único que me has dado ha sido otro rechazo.
Lo peor de todo... es que voy a seguir tendiéndote la mano una y mil veces
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